My own Sacre Coeur

¡Buenas buenas!
La semana pasada Blogger subíó dos post que tenía programados para distintos días, uno tras otro. Medio cualquiera, pero son cosas que pasan. Como todavía tengo algunas cosas para mostrarles, voy a seguir subiendo fotos del viaje. Esta vez, les traigo una propuesta de noche, que no es muy habitual en mí.
El look lo usé para ir cenar a un sushi muy trendy de la noche lisboeta.  De abrigo me puse una jacket de cuero negra y un saquito porque estaba un poco fresco. En los bolsillos: la llave del hotel, un labial y un poco de plata. Me encanta salir sin cartera. Sobre todo luego de largas jornadas cargando la cámara, el paraguas (toda la estadía fue con amenazas de lluvia), y la cartera por kilómetros y kilómetros.
El vestido lo conseguí en el outlet de Jazmín Chebar el pasado abril. Ahora que lo pienso, tengo un post con compritas que no subí, y un datazo que les voy a compartir...que misteriosa jajajja...
Mientras, sigo con el hilo discursivo. Como les decía, lo tenía fichado hacía mil, y paseando por las colecciones de Zara Europa me anoticié que volvía con tutti el degradé/ombré/desteñido o como quieran llamarle. Y sobre todo en estos colores. Así que fue adentro de la valija sin duda alguna.
Las botas no me acuerdo el nombre del lugar, pero fue entre Florida y Lavalle. Hacía tiempo que tenía antojos de unas, pero no encontraba las adecuadas, o eran muy anchas, o largas o cortas. Y estas parecían una media a medida. Fueron mi calzado nocturno, así que las volverán a ver.
Después de cenar caminamos por las callejuelas que suben y bajan, llenas de gente conversando, tomando algo, o esperando para entrar al bar de turno. La gente disfruta de la calle, es similar a París en este punto. Aprovechan el afuera al máximo sin que les importe la temperatura.
Bueno, me despido cun un beso enorme.
Pauli