Por Dios, cómo nos esta azotando el calor en Buenos Aires. ¿Cómo lo están llevando? Yo me encierro y me ubico estratégicamente bajo el aire acondicionado y no sé cuantos litros de agua estoy tomando, pero ciertamente son muchos.
Ahora si comienzo a compartir con ustedes algunos de los looks de las vacaciones. El primero es de recién llegada, teníamos un hambre atroz así que nos duchamos y nos fuimos directo al pueblo. No es muy grande pero tiene una avenida principal de unas 5 cuadras llenas de bares y restaurantes divinos. La gente camina y baila por las calles, familias, grupos y parejas se mueven como hormigas buscando una mesa. La verdad es que me encantó. En otro post les cuento un poquito mas, pero si tienen la oportunidad de ir, no lo duden que
lo van a disfrutar muchísimo.
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| Chocha por las vacaciones. |
Como les decía, la primera noche nos quedó claro como iba a ser el clima: perfecto, ni te morías de calor ni tenías siquiera una brisita.
La remera es de Rapsodia y los shorts de Kosiuko. Y las pulseras de mEncanta, como no podía ser de otra manera.
Esta foto es la nota de color. No sé si notan la pequeña protuberancia bajo mi pera. Se trata de una herida de batalla que no representa ni un poco todo lo que sufrí :(
Hace unos diez años que vengo amagando con probar el Kite del marido. Se trata de un deporte acuático en donde un cometa es empujado por el viento mientras uno surfea en el agua.
Por diversas cuestiones (poco viento, o mucho viento) no lo había conseguido practicar en el pasado. Pero al momento de armar las valijas él me prueba su otro equipo y me dice de llevarlo para que al fin consigamos tener la primera clase.
En el desayuno tuve la clase teórica, y luego nos fuimos a Tibau do Sul, cruzando una lagoa, y caminamos unos dos kilómetros para ir a una penínsulita a navegar. Subimos la vela y cuando me la ajusta a mi arnés, él marido se descuida tres segundos en los cuales, aparentemente hice dos maniobras malas que tuvieron como resultado un vuelo arrasante de mi persona. Lo que me frenó no fueron las manos de mi querido esposo, sino mi pera. ¡así como les digo,MI PERA!. Luego de rebotar dos veces con todo el cuerpo, mi pera me salvó la vida. Fue re violento y quedé pavota un par de horas. Al parecer es un accidente frecuente en esta disciplina, pero cuando acontece en el agua no es tan agresivo. Bueno, yo me fui a la arena derechooooo como un saquito de té volando por los aires. Por supuesto que ahora me río, pero no saben lo que lloré... Desde ahora y en adelante, sólo me voy a encargar de las fotos jaajjaja
Este vestido divino en color durazno lo compré en la primera liquidación de Zara. Me pareció muy del estilo Akiabara, las sandalias me las regaló mi suegra para navidad y la cartera la renové con el moño de cuero que hice hace un tiempito. Tiene el tamaño ideal para la cámara y el monedero. Nada más. Aunque no lo conseguí, mi propósito era ir liviana, sin peso en todas las vacaciones para darle un respiro a mi espalda.
En el pelo me puse una vincha de flores alrededor de un rodete para hacerme la tropical.
Para ir la playa: shorts de Kowana (Castelar), havaianas de nudito en color coral, bolso que me regaló mi amiga Carola y remera de Etiqueta Negra.
Espero les guste y que sus semanas marchen sobre ruedas.
Besos
Pauli
